jueves, 11 de agosto de 2011

Poderío

CUARENTA Y DOS DIAS.



Rumbo: sur-suroeste.
Velocidad: de crucero, algo atorados por el lastre.
Viento: racheado de poniente.
Marejadilla.








Hoy está siendo un dia más agradable. Seguimos con los mismos problemas, traumas y berrinches de siempre, sin embargo se han suavizado un rato.

Sorprendentemente por inusual,  he llegado al barrio antes de las 5 de la tarde, la temperatura era muy acogedora, el sol asomaba entre las nubes y el ambiente era agradable.
 Así que por una vez y sin que se convierta en costumbre, me he puesto el bañador, he cogido la toalla y el MP3 y he bajado a la playa donde he tomado posesión de la tumbona durante al menos dos horas.

En el MP3 que me acompaña cuando voy de solateras a la playa, están grabados una especie de "top ten" de la consolación y entre otras cosas, como dos horas de uno de los más, más favoritos que funciona siempre, siempre como un gran alivio.


Nada más y nada menos que CESARE SIEPI.

Hace algo mas de un año que murío este gran señor y sin embargo no lo he echado de menos ní un día, porque siempre está ahí,  para el mayor consuelo.
El mejor bajo para la ópera italiana desde la posguerra, lástima que no hay sucesor (¿Rene Pape?).


Que inmenso cantante,  qué inmenso poderío, y nó el de la Lola Flores, que también.
La impresionante voz de Siepi, tan bella, rotunda y aterciopelada, con esos acentos tan precisos y modulados, nunca ásperos y esos agudos tan luminosos dentro de la profundidad abismal de su timbre...la voz de Cesare Siepi tiene sobre mí un efecto especial.

Y es que cada vez que lo oigo y penetra en mi cerebro,  hace un recorrido, como si fuera un latigazo,  a lo largo de la espina dorsal y se propaga, no sé porque tipo de mecanismo neural,  hasta las mismísimas entrañas, alcanzado sobretodo ambos ovarios, donde produce por fín, una extraña sacudida, placentera, para qué negarlo.




 "Per questa bella mano" Mozart (KV 612)


Hay otros cantantes u otras músicas que producen en mí un fenómeno similar, pocos eso sí y en determidados papeles o con determinados acentos, no vamos a profundizar aqui y ahora.
Sin embargo Siepi lo consigue cada vez, siempre que le oigo. Para mí, es Don Giovanni, Fígaro, Silva, Felipe II y muchos otros, inmortal e irremplazable.

Todo lo anterior sirve como prólogo para intentar explicar que en estas dos horas aproximadamente de Siepi, sol, arena ( y mojito) casi no me he acordado del tabaco. Únicamente una vez, después de oir al maestro "Vieni a la finestra" he pensado: " me fumaría un cigarro", pero tranquilamente, sin acritud y sin ansiedad.

Pienso que es un avance.
Quizá, no seguramente, es más fácil renunciar al hábito si uno está tranquilo y féliz. De todos modos, sigo metiendo la mano en el bolso para buscar el paquete cada vez que salgo de un sitio, especialmente del trabajo, o en la parada del autobús, claro que en vez del tabaco saco un libro.



Libro que no hay que leer: Los enamoramientos de Javier Marias.
Al principio prometedora, a las 50 páginas no hay quien la aguante. Demasiada metafísica, elucubración y monólogo interior. Que yo no estoy para tanta milonga, que no.





Compré lirios para casa y los he tenido que tirar porque no soporto el olor. Que pena.
También leo cosas buenas: SUITE FRANCESA de Irene Némirovsky. Una gran sorpresa, una gran, gran novela.



Málaga:Semana Santa.
Esto es poderío.

TOUR 1920.
Lo de ahora es una mariconada.

HASTA OTRA