lunes, 18 de julio de 2011

Por dios, que tonteria......

Acabo de erigirme en autoseguidora de mi misma en el  engendro del blog, sólo por ver como funcionaba, y funciona, lastima.
Estaría bien escribir con la libertad plena de saber que nadie te lee.

 Entonces...!voto a brios!! ¿para que demonios he montado este numerito? <<<<<<<<¡ por que no seguir con el papel, el cutreboli y la bolsa de basura del reciclar?
 NI PUTA IDEA Y QUE MÁS DA.
En el fondo ( y en la superficie) todo no es mas que una gran contradicción, pero para mí tiene sentido...creo.. es útíl, es una manera de domesticarme.





La idea original para hoy: 

 hoy es el 18 de Julio, fecha emblemática donde las
haya; hace 17 lunas que dejé de fumar.

  
Del sexo, drogas y rock and roll, hemos pasado sin transición al té, amor y simpatía, con pelín de sol robado en la playa,  mamá al lado y sin excesos, porque además: ya estoy muy mayor para determinadas trangresiones, que por otro lado y no nos vamos a engañar,  ni  vamos a ir de progre transnochada, nunca, nunca, tuve deseos ni  ocasión de llevar a cabo. ¡¡¡OLE!!!. que siempre fué muy aburrido el figurar.


A lo que vamos, cuándo yo era pequeña, un poco después  de los Reyes Católicos, el 18 de Julio era día festivo, que al parecer no festejable, salvo por la paga, que entonces cobraba todo el mundo menos mi padre porque era autónomo.
 Ya se sabe,  desde entonces, que los  autónomos cobramos cuándo hay curro y cuándo nos pagan, no como los funcionarios o los de a sueldo de la Michelin, por ejemplo, que cada més de forma regular tenían su sueldico y el 18 de Julio el doble.

Pues bien, era festivo, poco para mí,  porque ya llevaba muchos días de vacaciones de la escuela y tenia ya cogido el tranquillo a la rutina del autobús-tren-piscina,  Sonia-mamá-sus amigas (todo en tandem).



Sin embargo como pseudodomingo que era,  había  que añadir al conjunto: papá, familias amigas y felices, comida en el campo.


Y se añadía, vaya si se añadía...
Jamás se hablaba de nada que no fuera la salazón del embutido o de la tortilla, porque si se hubiera hablado de alguna otra cosa, yo me acordaría, ya lo creo que me acordaría.



Hubieron de pasar muchos años,  muchos sinsabores y desengaños para que una parte de mí fuera consciente, al menos en parte,  del significado del 18 de Julio, más allá de la festividad y de la paga que algunos cobraban.

Como es obvio, yo no sufrí la guerra, ni viví la postguerra, sin embargo si que quedó el rescoldo de las limitaciones de la última etapa de la dictadura, aquella en la que inevitablemente nos educaron, a caballo entre la estrechez propia y la apertura del resto del mundo, en los años 60 y 70, de la que nos desligamos, ahora lo veo, con cierto desespero, para no acabar envueltas en la cicateria reinante.

 Y así nos ha ido.

Pertenezco a una generación de descolgadas, de taimadas, que intentaron la utopía de la libertad.

 Porque es en lo creimos, quízá de rebote, inopinadamente, pero convencidas que con rebeldía y arrojo podríamos hacer un mundo mejor.

Al final,  muy poco ha cambiado.... pero no voy a entrar en lamentos comunes por todos conocidos y de todos esperados.




Al final, lo único importante es que algunas seguimos aquí, malqueridas y desorientadas, pero con ánimos de batalla, también de conciliación y reposo, quietud y halago, consuelo y regalo.

Pero, no.
Va a ser que hay que seguir en la brecha, compañeras, y en la brecha estamos.

18 dias y ni un cigarro.....