DON ANTONIO MINGOTE, MUCHAS GRACIAS |
Retomando la singladura.
En alas de la ya estrenada primavera, con algo de lluvia y retorno del sol y con él, de los turistas y demás paseantes que ya pueblan el paisaje desde mi ventana y que me trasmiten de nuevo, como cada año, la sensación de habitar de forma permanente en un particular "Parque temático".
La pereza.
La pereza es la culpable del intervalo de silencio, que por otra parte, nadie me ha reprochado.
Alguien dijo: "La pereza es la madre de todos los vicios".
Yo humildemente siempre pensé que como madre, debe ser respetada.
Así que me he empeñado en obedecerla, en no vencer esa desidia que impedía mi asiento delante del ordenador, porque no es nada interesante ni constructivo, verter una constante letanía de quejas y desconsuelos, desilusiones y desvelos, preocupaciones y lamentos, que por otra parte todos conocemos, compartimos y oímos constantemente a nuestro alrededor ( no hay más que enchufar la radio).
¡Atroz pereza escribir sobre la crisis, el desgobierno, los obispos, la masacre Siria....el retroceso del PP...!´
El asuntillo ese de la carrera desenfrenada entre Madrid y Barcelona para hacerse con "EuroVegas".
Yo nunca fui testigo de tanta desvergüenza en ofrecer una regalía tal a un individuo, que por muy magnate y americano que sea, no deja de pertenecer a lo más granado de la mafia mundial.
La disculpa: los puestos de trabajo.
Creo que por las cifras que están dando, además de los más variados profesionales, en nómina se deben incluir todas las putas y camellos de Europa, que sin duda acudirán puntualmente.
El otro asunto que me cabrea especialmente es la " amnistía fiscal". ¿ por qué no nos declaramos todos insumisos fiscales? A lo mejor, el año que viene sólo tributamos el 10%, igual que los delicuentes, traficantes, ladrones y maleantes que van a blanquear dinero, casi de gratis este año.
Domingo de pascua,
Firme propósito de no cabrearme más, de seguir en la brecha, buscando pequeñas luces. Entre todas las que voy encontrando hay una que me ayuda más cada día y que recomiendo encarecidamente.
Casi a la par, de lo gran, gran poeta que es, Luis García Montero escribe, no cada día, una reseña en su blog que es como una luminaria que me ayuda a comprender un poco mejor el caos en el que vivo. Hurra por Don Luis. Parece que va a ser postulado como futuro consejero en la Junta de Andalucía. Ojalá que no acepte.
La historia nos ha enseñado ya una lección: el fin no justifica los medios. Ahora resulta urgente aprender otra: los medios necesitan un fin. Si no somos capaces de generar una nueva ilusión, un fin compartido, todo se convierte en una retórica hueca. La democracia, la política, las leyes y los ejercicios intelectuales, si se olvidan de la realidad última de un mundo injusto, son una máscara, un ritual de tecnócratas, las reglas de un juego cínico. A través de esa estrategia, el dolor y el desamparo ordenan la vida y ocupan el terreno que deja nuestra falta de decisión. La conciencia de la injusticia funda la verdad. La raíz de la sabiduría es el desprecio de la injusticia. Cuando olvidamos su raíz y su conciencia, la democracia nos mira con los ojos vacíos de una máscara.
http://www.luisgarciamontero.com/blog/
Domingo de pascua. Semana Santa. Sentimientos encontrados.
Desde el ateísmo poco militante que profeso y el rechazo visceral hacia las formas y los modos de la Iglesia oficial que cada día me parece más reprobable y menos cristiana, no deja de sorprenderme la emoción que en mí provocan alguna de las manifestaciones de fervor popular que se repiten cada año y que cada año me parecen nuevas. No entiendo la razón, mi comprendo mi sentimiento, pero es innegable la conmoción.
Hace dos años tuve la fortuna de asistir a la Madrugá sevillana.
Y allí, entre la bulla y la algarabía, tuvo lugar uno de esos momentos mágicos que te marcan en la vida.
Y allí, entre la bulla y la algarabía, tuvo lugar uno de esos momentos mágicos que te marcan en la vida.
Ver venir al Gran Poder en la noche, en la oscuridad y sobretodo, sobretodo, en el silencio anormalmente respetuoso y sentido, callejeando, como el señor que es, andando majestuoso entre el gentío, rodeado de azahares y candelas, flashes y suspiros.
Porque al Jesús del Gran Poder no lo llevan los costaleros, la imagen camina airosa, elegante y solemne; a la vez conmovedora.
He de confesar que esta madrugada de Viernes Santo he estado pegada al televisor hasta verlo aparecer desde su basílica de San Lorenzo en las imágenes de Canal Sur ( el año pasado llovió).
En fin, supongo que me está permitido ser así de contradictoria.
Entre otras cosas, la Iglesia ha perdido en estos últimos siglos la capacidad de mecenazgo responsable de que muchísimos músicos, pintores, escultores, arquitectos... nos legaran lo mejor de su arte. Les daba de comer a cambio de que dejaran a la humanidad su maravillosa producción. No sé en que gastarán ahora sus dineros, pero ya no emplean a gente como Bach, Miguel Ángel, Bernini o Mozart...
En 1819 el Archiduque Rudolf de Austria, a la sazón Arzobispo de Olomouc, encargó a su antiguo profesor de música, la composición de una misa de acción de gracias para su investidura como cardenal. Al parecer dicho príncipe de la Iglesia era un excelente y aplicado alumno de piano y composición. Fue una lástima que la Missa Solemnis no llegara a tiempo, pues el maestro no la terminó hasta 1823 ( en vez de en 1820), con lo que se las vio negras para cobrar el estipendio prometido por el Archiduque-Cardenal.
Por que la verdad es que este encargo le llegó a Ludwig van Beethoven en el peor momento de su vida.
Empezó su composición a los 48 años, cuándo su sordera era casi total y su soledad cada vez más grande, casi tan grande como su cabreo, su fuerza renovada; es una época de excepcional gravedad, en la que el compositor alemán se ve absorbido en las profundidades, así como en los abismos de su propio ser.
Por eso no es de extrañar que su Missa Solemnis sea una de las obras con mayor urgencia, donde, como el mismo compositor quería, la música deja de ser absoluta y se convierte en un vehículo para expresar cualidades y preocupaciones humanas.
¿ Puede alguien imaginar está música en una iglesia?
Tan potente, desgarradora y humana. Yo no.
Por cierto, la Iglesia española tendría problemas de aceptar al apasionado músico que dirige la Missa: Leonard Berstein.
Y volviendo al poeta y a la realidad de cada día:
Mañana de suburbio
y el autobús se acerca a la parada.
Hace frío en la calle, suavemente,
casi de despertar en primavera,
de ciudad que no ha entrado
todavía en calor.
Desde mi asiento veo a las mujeres,
con los ojos de sueño y la ropa sin brillo,
en busca de su horario de trabajo.
Suben y van dejando al descubierto,
en los cristales de la marquesina,
un anuncio de cuerpos escogidos
y de ropa interior.
Las muchachas nos miran a los ojos
desde el reino perfecto de su fotografía,
sin horarios, sin prisa,
obscenas como un sueño bronceado.
y el autobús se acerca a la parada.
Hace frío en la calle, suavemente,
casi de despertar en primavera,
de ciudad que no ha entrado
todavía en calor.
Desde mi asiento veo a las mujeres,
con los ojos de sueño y la ropa sin brillo,
en busca de su horario de trabajo.
Suben y van dejando al descubierto,
en los cristales de la marquesina,
un anuncio de cuerpos escogidos
y de ropa interior.
Las muchachas nos miran a los ojos
desde el reino perfecto de su fotografía,
sin horarios, sin prisa,
obscenas como un sueño bronceado.
……………….
Que tengas un buen día,
que la suerte te busque
en tu casa pequeña y ordenada,
que la vida te trate dignamente.
que la suerte te busque
en tu casa pequeña y ordenada,
que la vida te trate dignamente.
Por supuesto: Luis Garcia Montero.
Sin poder obviar mi Vía Crucis particular (a mi no se me olvida):
Hasta otro día.
1 comentario:
Si que te echamos de menos pero la congoja de los tiempos que vivimos ami no me da para mas, aqui resistiendo y sin fumar casi tres meses,harta de noticias horribles y de soportar estos politicos corruptos y que solo piensan en favorecer a otros corruptos,Dña Espe a dicho hoy que se necesita un gran pacto y que sanidad y educacion debe volver al gobierno central, debe ser que no tiene dinero para pagar a las constructoras que les vendio nuestra salud por 30 años, y tampoco le debe quedar dinero para pagarle a la Complutense los miles de Euros que le debe,yque no sabemos en que los ha empleado,enfin una verguenza, me alegro que estes de vuelta un abrazo
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